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lunes, 18 de abril de 2011

La pasión de Cristo debe vivirse todos los días no solo en semana santa.

Miles de fieles acuden a todas las iglesias a bendecir sus palmas.
Adriana López Martínez / Orizaba, Veracruz.- El obispo de Orizaba, Marcelino Hernández Rodríguez hizo un llamado a los miles de feligreses que se congregaron en la homilía a vivir la pasión de Cristo todo el año y no solo en semana santa y dejar de lado los rencores y el odio a sus semejantes.


“La Pasión de Jesucristo representa el momento culminante y por excelencia dramático de toda la historia de Jesús de Nazaret. Toda la vida del Nazareno se encamina, con paso a veces lento, a veces acelerado, hacia Getsemaní y el Calvario”.

Enfatizo que la Pasión es la culminación de un designio, de una misión. Su contexto natural es la vida entera de Jesús de Nazaret. “Consideramos que una reflexión orante y agradecida sobre este misterio indescifrable de nuestra fe puede deshacer con su intensa luz ciertos emanaciones y tinieblas de desencanto y pesimismo, que pululan por no pocas conciencias de los hombres de hoy”.

En el marco del día de ramos monseñor hizo ver a los feligreses la importancia de esta semana santa y de la reflexión que en familia debe de darse para evitar seguir pecando en donde se ha dejado de lado el significado de la pasión de Cristo.

Asimismo invito a reflexionar a todo el católico para que esta semana santa no se tome como un puente vacacional de diversión y esparcimiento pues tiene un significado mayor para todos los creyentes.

Agrego que la Pasión del Señor y su gloriosa Resurrección iluminan todo el año litúrgico con su resplandor de virtud, gracia y salvación, “la misma naturaleza, de este modo, acompaña al cristiano en el proceso de su muerte al pecado, llevando con Jesucristo la propia cruz hasta el Gólgota, y en la floración de la nueva vida en Cristo, por la participación en los frutos de su Resurrección gloriosa. El ritmo del tiempo y la escansión de las estaciones se entrelazan fraternalmente en beneficio del hombre, de su felicidad y de su destino.